Grabado a la manera negra.

Técnica pictórica de grabado calcográfico*. La manera negra, también llamada mezzotinta o grabado al humo, consiste en obtener los blancos de la estampa* a partir de un negro total. Así pues, mientras las demás técnicas de grabado calcográfico parten del blanco a partir del que se obtienen líneas o superficies tonales, en el grabado al humo el proceso es a la inversa. Para conseguir que la lámina* proporcione un negro absoluto debe ser graneada uniformemente. En este proceso se utiliza un instrumento achaflanado que termina en una curva llena de pequeños dientes: el graneador*. El graneador debe recorrer la superficie metálica unas veinte veces en cada sentido — vertical, horizontal y diagonal— con movimientos en balanceo. Una vez finalizada esta operación se sacan los blancos rebajando el graneado con el rascador* y el raedor* o aplastándolo completamente mediante el bruñidor*. De este modo se obtienen transiciones de claroscuro de gran delicadeza, suaves efectos tonales y negros brumosos e intensos.

Existe un método indirecto, menos convencional, para conseguir el graneado absoluto de la lámina, que consiste en recurrir al procedimiento técnico del aguatinta*. Espolvoreando uniformemente sobre la superficie resina en polvo —colofonia— y sometiendo el metal a la acción de un ácido mordiente se consigue un graneado regular que a continuación será rebajado mediante raedores, rascadores y bruñidores. Como el resto de las técnicas pictóricas de grabado calcográfico, la manera negra fue desarrollada en el siglo XVIII y alcanzó entre los pintores ingleses una notable aceptación, sobre todo en la reproducción de retratos. Así, un número importante de retratos de Reynolds, Gainsborough o Romney fueron llevados a la estampa por medio de la manera negra.

Fuente: Gabinete de Estampas de la Universidad Complutense de Madrid:

https://www.ucm.es/gabinetestampa/

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